LISTO Y DISPUESTO

“Entonces uno llamado Ananías, varón piadoso según la ley, que tenía buen testimonio de todos los judíos que allí moraban, vino a mí” Hechos 22:12

Vivimos en una cultura que usa el ajetreo y los logros como una insignia de honor. Inclusive es posible estar tan empecinado en tratar de agradar a Dios con nuestras obras que nos cruzamos con Él en el camino.

Dios siempre está obrando alrededor nuestro y siempre nos invita para ser parte de lo que Él está haciendo. Nuestro deber es estar listo cuando Él nos llame para una tarea específica. Para estar listo y dispuesto necesitamos tener estas cuatro actitudes.

Vive conectado: Dios no llama a los que están acostados en una hamaca bajo el árbol. El usa a personas como Ananías que están a sus pies conectados en una relación íntima. En Hechos 9:10 dice “Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor le habló en visión”. Jesus nos enseño que para llevar fruto tenemos que permanecer en Él. Por ello tengo que estar conectado.

Preséntate con expectativas: No hay nada más agradable que cuando le encargas una tarea a alguien y esta persona se presenta con expectativas para realizarla. En el Salmos 5:3 dice “Señor, cada mañana llevo a ti mis peticiones y quedo expectante a la espera”. Dios usa a personas que están expectantes por cumplir Su voluntad.

Relaciónate con todos: La historia de Dios siempre ha sido acerca de personas. El regalo más grande que cada uno de nosotros puede dar a otro ser humano es presentarles a un Dios que los ama. En Juan 1:41 dice “Andrés fue a buscar a su hermano Simón y le dijo: “Hemos encontrado al Mesías”. Andrés tenía amigos por todas partes y se dedicó a presentarles a Jesús. No desaprovechó ni una sola oportunidad.

Arriésgalo todo: Una de las oraciones más peligrosas que puedes hacer es decirle a Dios “Úsame”. Y cuando lo haces tienes que estar dispuesto a asumir riesgos. Ananías dijo en Hechos 9:13 “Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos”. Había mucho en juego para Ananías, pero él asumió el riesgo. Sin riesgo no hay recompensa.

CONCEPTO IMPORTANTE

Sin un Ananías no hubiera habido un Pablo. Ananías comprendió su llamado porque estaba conectado en oración al Señor. Cuando empiezas a orar, empiezas a buscarle a Dios. Y cuando lo buscas, le escucharás invitándote para ser usado por El. La pregunta es, ¿por quién estás orando en este momento?

Ananías estaba expectante y listo para servir en la tarea que le fuera asignada. Él supo muy bien que había riesgos que asumir, pero también sabía que, si Dios lo enviaba, Él lo estaría respaldando.

Dios nos invita hoy para relacionarnos con Él y con las personas alrededor nuestro. Somos invitados a orar por las necesidades de otros y estar listos para intervenir en la historia de alguien que mañana puede llegar a ser seguidor de Cristo. ¿Aceptas este desafío?

MOTIVO DE ORACIÓN

Señor Jesús hoy vengo delante de ti para darte las gracias por haberme rescatado y cambiado mi historia. Hoy me comprometo en ser un Ananías que está listo y dispuesto para ser usado por ti en lo que tu dispongas.

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