“Lo que me has oído decir en presencia de muchos testigos, encomiéndalo a creyentes dignos de confianza, que a su vez estén capacitados para enseñar a otros” 2 Timoteo 2:2
La Biblia nos recuerda que Dios obra a través de generaciones, y somos responsables de dejar un legado que inspire, enseñe y equipe a los que vienen después. Esto no solo es una sugerencia sino una orden.
El llamado de Dios nunca se limita a una sola generación. La fe, los valores y la misión que recibimos deben ser transmitidos con fidelidad, asegurando que quienes vienen detrás de nosotros puedan seguir corriendo la carrera. He aquí cuatro pautas a tener en cuenta.
Empodera a la siguiente generación: Todos tenemos una obligación de no solo dar un paso al costado para los que vienen detrás nuestro sino asegurar que estén empoderados. En 1 Timoteo 4:12 dice “No permitas que nadie te subestime por ser joven”. Pasar la posta significa dar a la próxima generación oportunidades de liderazgo y animarla a crecer con fe y responsabilidad.
Transmite tu fe con intencionalidad: La fe no se transfiere automáticamente, sino que debe enseñarse y modelarse con intencionalidad. En Proverbios 22:6 dice “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”. Cada palabra y acción cuenta para formar convicciones firmes en la próxima generación y esto debo de planificarlo para tener un mayor impacto.
Reconoce que la misión es continua: La obra de Dios no se detiene con nosotros, sino que somos parte de una cadena mayor. Cada eslabón es importante. En el Salmos 145:4 dice “Generación a generación celebrarán tus obras, y anunciarán tus poderosos hechos”. Reconocer esto nos mantiene humildes y conscientes de que debemos preparar el camino para quienes siguen.
Modela con el ejemplo: El mejor legado no son palabras, sino nuestra vida que refleja a Cristo. Los jóvenes aprenden más de lo que ven que de lo que escuchan. En 1 Corintios 11:1 dice “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo”. Nuestra coherencia en demostrar con los hechos lo que decimos es la mejor enseñanza. Las palabras pueden ser vacías y no tener valor, pero los hechos hablan por si solos.
CONCEPTO IMPORTANTE
Pasar la posta es más que una responsabilidad, es un privilegio. Al reconocer la continuidad de la misión, transmitir la fe, modelar con el ejemplo y preparar líderes, aseguramos que el Reino de Dios siga avanzando de generación en generación.
Para lograr el paso de la posta con éxito, necesitamos transmitir la fe con intencionalidad, enseñando y compartiendo experiencias que fortalezcan la vida espiritual de los más jóvenes. También debemos modelar con el ejemplo, porque la coherencia entre lo que decimos y hacemos deja la enseñanza más duradera.
Quisiera animarte que en la medida que te fuera posible trata de identificar a personas más jóvenes a quienes puedas animar y capacitar para servir. Igualmente buscar oportunidades prácticas para empoderarles con tus palabras y hechos.
MOTIVO DE ORACIÓN
Señor Jesús hoy vengo delante de ti dándote gracias por las personas mayores que fueron una influencia para mi vida. Hoy te pido que me enseñes a como entregar la posta a la generación mas joven con gracia y favor.