“Pero si te niegas a servir al Señor, elige hoy mismo a quién servirás…Pero en cuanto a mí y a mi familia, nosotros serviremos al Señor” Josué 24:15
El crecimiento espiritual en la vida de un creyente no es automático. Se puede envejecer sin madurar. La madurez es producto del compromiso que uno ha asumido en crecer cada día un poco más. Sin compromisos, vivimos en una inmadurez perpetua.
Tampoco nadie nació listo para el matrimonio, los hijos o una profesión. Uno se prepara para el siguiente paso después de haber asumido compromisos previos. Lo mismo ocurre con nuestra relación con Dios. No existe madurez espiritual sin compromiso. He aquí cuatro razones porque es importante asumir un compromiso.
Compromisos honran a Dios: Cuando entregamos completamente nuestros planes y deseos a Dios, reconocemos su señorío sobre nuestras vidas. En el Salmo 37:5 dice “Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará”. El compromiso de encomendarnos a Él es un acto de adoración y con eso le decimos a Dios: “Confío en Ti para el resultado”. Esto trae honra a Su nombre.
Compromisos definen nuestro carácter: Nuestras vidas son la suma de los compromisos que asumimos. Una persona que no quiere estar comprometida a algo o alguien es una persona rebelde. En Proverbios 17:11 dice “El que es rebelde siempre anda buscando pelea y terminará mal”. Nos convertimos en aquello a lo que nos comprometemos y esto define nuestro carácter.
Compromisos proveen propósito: Al unirnos y comprometernos a una causa, persona u organización sentimos que esto también trae propósito y significado a nuestra vida. En Filipenses 1:21 Pablo dice “Pues, para mí, vivir significa vivir para Cristo y morir es aún mejor”. Al hacer un compromiso con Jesús encuentro propósito para la vida y también para la muerte.
Compromisos tienen recompensa: Dios ve cada acto de compromiso. Ya sea visible o invisible, Él promete que nuestros esfuerzos en Él nunca son en vano. En Filipenses 3:14 dice “Avanzo hasta llegar al final de la carrera para recibir el premio celestial al cual Dios nos llama por medio de Cristo Jesús”. El compromiso abre la puerta a la recompensa divina, no sólo en la eternidad, sino que también aquí y ahora.
CONCEPTO IMPORTANTE
Josué al tomar una decisión de compromiso en servir a Dios sabía muy bien que esto traería consecuencias. De hecho, la mayor consecuencia fue que esto le dio propósito a su vida. El compromiso es más que una promesa, es un estilo de vida de constancia, integridad y devoción a los propósitos de Dios.
En un mundo donde muchos flaquean, un corazón comprometido se mantiene firme y produce frutos duraderos. Cuando te comprometes con Dios y Su llamado, le das sentido a tus decisiones diarias, fortaleces tu identidad y te mantienes firme frente a los desafíos de la vida.
Quisiera motivarte hoy para seguir confiando en Dios, hacer un compromiso diario en buscarle a Él en oración y lectura de Su Palabra. Esto traerá honra a Dios, fortalecerá tu carácter, dará propósito a tu vida y tendrá abundante recompensa.
MOTIVO DE ORACIÓN
Señor Jesús hoy vengo delante de ti para decirte que hoy más que nunca me comprometo a amarte y buscar tu presencia. Gracias por ayudarme a ser fiel y estar firme en cumplir los compromisos que he asumido.