NI MUY JOVEN NI MUY VIEJO

Mozart compuso a partir de los 5 años. Pelé tenía 17 cuando ganó la copa del mundo y Elvis fue una superestrella a los 19 años. Ray Kroc tenía 52 años cuando empezó con McDonald’s y Nelson Mandela tenía 77 cuando se convirtió en presidente. Moisés tenía 80 cuando Dios lo llamo y Timoteo cerca de los 30 años.

“No permitas que nadie te subestime por ser joven, sino sé un ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” 1 Timoteo 4:12

¡No importa la edad que tengas ahora! Nunca eres demasiado joven o demasiado viejo para tener éxito o ir tras el sueño que Dios ha puesto en ti. Por ello nunca subestimes la edad pues Dios tiene otros códigos y no acepta nuestra excusa humana. Dios mira a otras cosas mucho más trascendentes.

Ejemplo en Palabra: Para dar el ejemplo en palabra uno nunca es demasiado joven ni demasiado anciano para darlo. Porque las palabras exponen el carácter (Lucas 6:45), unen o dividen (Proverbios 15:1), curan o lastiman, (Proverbios 12:18), sostienen la esperanza o la matan (Proverbios 29:20).

Debemos evaluar nuestras palabras a diario. ¿Tienen mis palabras sabor al amor de Cristo? ¿Las palabras que hablo honran a Cristo y atraen a las personas hacia Él? Si esto no sucede no estoy dando ejemplo en palabra.

Ejemplo en Conducta: Hay jóvenes y viejos pervertidos como también los hay con carácter, fe y espíritu semejante a Cristo. La exhortación de Pablo a Timoteo nos presenta tres cualidades de conducta que son esenciales para la formación del carácter.

Amor: Es posible ser ejemplo de palabra, pero una vergüenza en acciones de amor. Timoteo debía evitar represalias, amargura, resentimiento, venganza y falta de perdón, buscando su bien en amor.

Fe: Dios muchas veces permite situaciones pequeñas e insignificantes que demandan fe y gradualmente permite situaciones más complicadas para forjar el carácter tanto de jóvenes como de ancianos.

Pureza: La pureza en el corazón es como la medicina en el cuerpo, expulsa las enfermedades de la corrupción. Bienaventurados los de limpio corazón porque ellos verán a Dios (Mateo 5.8).

CONCEPTO IMPORTANTE

Ser subestimado es un problema común que enfrentan líderes tanto jóvenes como ancianos. Muchos intentan superar esta situación a través de demostraciones de autoritarismo. Este tipo de enfoque solo agrega más combustible al fuego de la crítica contra ellos y sirve como otro ejemplo más de su inmadurez e incompetencia.

La edad poco o nada tiene que ver con lograr el éxito que Dios ha determinado para tu vida. Muchos confunden reputación con imagen. La imagen es lo que la gente piensa que somos. La reputación es lo que realmente somos.

Practicar el principio del amor y la pureza nunca ha sido fácil, no importando cuan joven o anciano uno sea. Pero cuando aplicamos los principios de la palabra podemos ser el ejemplo de palabra y conducta que marca la diferencia. De esta manera tendremos el éxito en los ojos de Dios.

MOTIVO DE ORACION: Señor Jesus hoy vengo delante de ti reconociendo que me he fijado en las cosas equivocadas pensando que era demasiado joven o demasiado viejo para lograr los propósitos que tú tienes para mí. Ayúdame a dar un ejemplo de palabra y de conducta en el día de hoy.

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